La enseñanza de Simba...

El ciclo de la vida comprende intrínsecamente otro ciclo. Problemas vienen y van; llegan buenas cosas, otras se van; gente viene y gente se va. He llegado a comprender que la salida de ciertas cosas contribuyen con la introducción de otras nuevas, y esta interacción es lo que promueve un equilibrio, aunque de momento no lo percibimos.

Así se lo enseñó Mufasa a Simba, y Simba a mí.

- Todo lo que ves coexiste en un delicado equilibrio. Como rey tendrás que entender eso, y respetar a todas las criaturas, desde la pequeña hormiga, hasta el veloz antílope.

- ¡Pero papá comemos antílopes!

- Si hijo te lo voy a explicar. Al morir nuestro cuerpos alimentan el pasto, el antilope come pasto, así... Todos estamos conectados en el ciclo de la vida.

Sin embargo, no puedo dejar de reconocer que cada partida deja un vacío, melancolía y recuerdos.

Que sabio Mufasa ¿verdad?

¿Le encuentran sentido a lo que me refiero?

Concretamente con lo dicho anteriormente, estas salidas y entradas imprevistas, generan cambios.

Simba y Rafiki lo dicen...

- ¿Qué fue eso? El clima muy peculiar ¿no crees?

- Si, parece que los vientos cambian

- ¡Ooh! El cambio es bueno

- Si, pero no es fácil, sé lo que tengo que hacer, pero... Si regreso tendré que enfrentarme al pasado. Y he estado huyéndole desde hace tanto.

- ¡WAS! -golpea a Simba con el bastón-

- ¡Auch! ¿Por qué hiciste eso?

- No importa, está en el pasado.

- Sí, pero me dolió

- ¡Oh sí! El pasado puede doler. Pero según lo veo puedes: o huir de él, o aprender.

- ¡WAS!...

- Ves... Y qué es lo que vas hacer?

(...)

La pregunta de Rafiki me le repito una y otra vez. ¿Que voy hacer? Pues nada, ya aprendí del pasado, ya dolió. Y no volveré, tal pasado ya cerró las puertas, es denegado el posible retorno. Afortunadamente tengo otra entrada, abrieron nuevamente. Es ahí donde quiero estar, es ahí donde pertenezco.

A diferencia de Simba, ya no le huyo el pasado. No tengo porqué.

Sólo nos queda definir a que puerta partiremos, no podemos estar en todas a la vez. Eso rompe el equilibrio.

¿Cuántas veces no has tratado de equilibrar tu vida y fracasas porque simplemente no ves que sea fructífero? El equilibrio lo hace la toma de decisiones, la elección definitiva; el equilibrio no hace poseer todo a medias, al final no tienes nada.

En síntesis, una cosa te lleva a la otra, si no es grata, HAKUNA MATATA, ya aparecerá otra. Si es grata, disfrútala y pues... HAKUNA MATATA. Así es el interminable ciclo de la vida.

Aaawwww... ¡Simba es genial!

[El ciclo sin fin]

Oroyelix Lozada