Cuidado con las palabras

Por Oroyelix Lozada

La lengua es el castigo del cuerpo. Seguro más de uno estará de acuerdo con eso. 
Ninguno se salva de haber sido victima de sus propias palabras:

¡Ay no, ese negro juuuuura que le voy a parar!
CHAN CHAN CHAN 
¡¡¡¡Me voy a casar con mi negro!!!!
¿Esa chama? ¡Ay noo, me cae maal! Yo no sé que se cree
CHAN CHAN CHAN 
Terminó siendo tu mejor amiga.
¿Viste a fulanita con esa barriga? Eso le pasa por )(/&%$ Menos mal que mi hija no es así CHAN CHAN CHAN 
¡Mamá estoy embarazada y no se quién es el pae'!

Y tiende a infinito los ejemplos. Pero al que voy, el mejor de todos: ¡El co.... de su ma... con los motorizados d... $%&/( deberían "·$%&( porque son unos "·$%&/) que $%&/ a todos! ¿Cuaaaaaántos de nosotros no ha pensado eso? Y aparte, también: Tooodooos son idénticos las grandes plas$%&/( esas. 

Tengo una teoría: A todos nos cae en la cara lo que decimos. Solo que si prestásemos más atención a lo que decimos, podríamos comprobarlo. Pero nuestro problema es que no sabemos oírnos, en consecuencia, no sabemos hablar bien; es una relación, a mi modo de ver, de vital importancia. Sumado también tenemos mala memoria. No registramos lo que decimos, va mutando hasta ser algo completamente distinto a la idea inicial que se dijo en algún momento. Y nos quedamos con lo ultimo y no con lo primero.

¿Por qué hablo de esto? Porque me cayó la saliva en la cara, como se dice coloquialmente.

Hoy de camino a la universidad espichó o explotó un caucho. Lógicamente estaba nerviosa por el ruido y por el descontrol del volante. Además que jamás había tenido que cambiar  o intentar cambiar un caucho. Me orillé, no tenia celular para avisar o pedir ayuda a alguien. Así que consciente del reto, decidí afrontarlo. Saque mi triangulo, mis herramientas e intenté ver como funcionaba el gato. 
¿La sorpresa? 
A que no adivinan quién llegó con su ayuda desinteresada. ¡Sí! Un motorizado, al que tantas palabras de odio le dediqué.
No, no era el de "mamiii, ven pa' ayudate" ni ningún otro estereotipo que deben tener en mente. Era un joven de quizás 25 años o más. Hizo todo. Fue respetuoso, atento y conversador mientras cambiaba el caucho dañado por el de repuesto. Terminó, me dijo que ya estaba listo. Que feliz navidad, que no corriera así estuviera retrasada por el percance. Y ya. El se fue...

Lamenté no haber preguntado su nombre. Así podría referirme de mejor manera que "el motorizado".

La vida es sabia para enseñarte, queda de nosotros ser inteligentes para tener cuidado con las palabras y no ser victimarios y victimas al mismo tiempo.

2 comentarios:

  1. Sabes cómo podrías llamar a ese ¨motorizado!? Ángel... definitivamente ese era tu ángel de la guarda, mandadito directamente a auxiliarte... Es más seguro le preguntabas el nombre y te decía ese. Excelente texto para reflexionar amiga

    ResponderEliminar
  2. Fino, es algo que todos deberíamos practicar dejar los prejuicios a un lado y no generalizar.

    ResponderEliminar