¿Festival? Más nunca... ¿Fanatismo? Jamás

Por Oroyelix Lozada

Vengo a ser impertinente, a sacarle la piedra a más de uno y a autoreflexionar.
Este fin de semana se celebró en Maracay, específicamente en el Parque de Ferias San Jacinto el Festival Aragua 2012. Artistas nacionales e internacionales llenarían los espacios de la feria. El viernes fue el día de la salsa: Rubén Blades, Guaco, Luis Enrique, Elvis Crespo y otros. El show se extendió hasta las 4 de la madrugada. El sábado estuvo dedicado a los amantes del reggaeton. Arcangel y Don Omar brindaron mejor presentación que los demás; Rakim & Ken-Y, Plan B y Zion & Lennox. El domingo, para cerrar, pura balada pop. Keiser, nuevo talento venezolano se presentó a tempranas horas e hizo bailar a todas féminas presentes que esperaban eufóricas por Luis Fonsi. Luego de una hora, llegó Hany Kauam muy emocionado, pero el público no tanto como él. Seguido llegó el dúo cubano Buena Fé y pese a las quejas del público, cantaron alrededor de una hora, más que el propio Kauam.

Finalmente llegó la hora de lo más esperados de la noche: en primer lugar, Dulce María. Cantó algunas del repertorio del grupo al que perteneció. Prince Royce, enloqueció y enamoró a más de una con sus canciones y rosas que obsequió a sus admiradoras del público. Curioso que a pesar de que canta bachata, al parecer no la baila. No amagó ni un solo paso, se limitó a recorrer el escenario con energía, entre saltos y corre corre de izquierda a derecha y viceversa. Particularmente, no me gustó su performance. Parece un niño, alborotado por la fama, sediento de ovación, agitando a la masa que sabe que delira por él... Definitivamente, para ser artista, algo de narciso debes tener.

Ya eran las 11.30p.m, todos hacinados en el área de general, peleando un lugar cerca de la baranda para observar de cerca a ese artista tan esperado y admirado. ¿El más esperado de la noche? Luis Fonsi. Mujeres y hombres esperaban sin importar la hora, ni que fuese domingo. De ahí no se irían hasta no escuchar a Fonsi. El cansancio, la impaciencia y el desespero se hacían sentir. Escuchabas comentarios como: "ya que salga Fonsi", otro a mi derecha se quejaba de la espera, del cansancio: "uno si es güevón, pasando todo esto y él nada que sale". Para mi MAYOR impresión le responde un muchacho: "no importa, vale la pena todo". Aquí me detengo. ¿En qué carajo estaba pensando ese pana cuando dijo eso? ¿La presentación de Fonsi justifica el calor, el cansancio, las horas parada, la sed, el agua a 25 bolivares, cuando debes pagar solo 7,50., el refresco a 20?... ¿De verdad se justifica? NO LO CREO. Y creánme que soy fiel seguidora del puertorriqueño. ¡Cuánto puede denigrarse el ser humano por el dañino fanatismo!

 Doce de la medianoche, suenan los acordes del tema "Nada Es Para Siempre" y el pequeño gran cantautor con su guitarra. Todas las fanáticas gritan, patalean, se lanzan unas encimas de otras, otras se desmayan. Las que sobrevivieron a la emoción corean a todo pulmón. Solapan la voz de Fonsi y ahí me pregunto: ¿ellas quieren escucharlo o quieren quedar roncas?. Una de atrás hiere mi tímpano: ¡¡¡FONSI TE AMOO!!! Otra más atrás o adelante, no lo sé, responde: ¡¡¡YO MAAAÁS!!!
¿Pero qué carajo? Y es que creen que él las va a escuchar... Ustedes pagaron por escucharlo cantar y verlo bailar. A eso se va a limitar.

Esta es la tercera o cuarta vez que voy a un concierto, pero a un "festival" primera y ÚLTIMA vez. Es de esas cosas que haces, pero que no repetirías. Siempre que salgo de un concierto, a pesar de toda la emoción, de lo bueno que haya sido el show; quedo vacía. Somos gente que apoya el trabajo del cantante, del artista y mucho que nos agradecen en el escenario... ¡Por supuesto! Gracias a nuestro despilfarro de dinero en discos, entradas y de más es que llegan a donde están. Pero... Somos invisibles para ellos. Somos uno más... Bien por aquellos que se conforman con "le toqué la mano"... ¡WAO! ¿Sabes cuántas veces hace eso en un concierto? Eres uno más del montón. Aunque si quieres sentirte mejor, toma en cuenta que muchos otros quisieran pertenecer al montón donde estás tú. ¿Pero qué? Te tocó, tu te excitaste como nunca, los mejores 0,25 segundos de tu vida. Terminó de cantar. Agradeció. Se fue. Te fuiste. ¿En qué cambio tu vida? En NADA. El lavará sus manos, tu las tuyas.

Quizás se trata de que no entiendo esa gente de "el/ella cambió mi vida con sus letras". Yo puedo entender la pasión por la música, más no esa obsesión, ni fanatismo.

Pienso que hay mejores cosas en la vida para apreciar que ir por la vida persiguiendo a artistas, protagonistas de espectáculo que solo se lucran... Y ojo, esto no aplica solo con Fonsi, sino con todos.

Por cierto... ¿Viste los precios de la imagen? Una vainiiiiiita...

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