Protagonismo antagónico

Indiscutiblemente cada momento de vida amerita decisión, determinación. Desde si quieres agua, jugo o nestea; dormir o salir al cine; y lo más complejo para todos aquellos que aman: corazón o razón.

Sí, he aquí el dilema de todos, por el que muchos pasan. Diferentes vivencias en mi corta vida me han enseñado innumerables cosas, aquí una frase -no de mi autoría- tan cierta y al mismo tiempo tan cliché: "El amor concede a los demás el poder de destruirte"

Es cierto, hasta cierto punto, considero que somos dueños de nosotros mismos, somos quienes tomamos decisiones de lo que se quiere o de lo que no. ¿Cómo puedes permitir que el amor te cegue a tal punto de no ver que te destruyes como persona? Sí, el amor te vuelve vulnerable a todo aquello que no esperas, y es aquí donde debe actuar la "inteligencia emocional". Los dolidos, los que sufren, declaran que fue el amor, que fue el hecho de estar enamorada/o que no permite ver las cosas con claridad, viven en la fantasía banal. Permíteme decir que no pienso eso, TÚ permitiste eso, TÚ concediste eso, ahora no queda más que asumir consecuencias y sanar la herida. ¿Por qué ser tan utópico e ingenuo pensando que el amor solucionará todos tus problemas? No, no. No soluciona nada, construyes un mundo sólo para ti y tú amado/a olvidando que la realidad es CRUDA, y evadirla del todo... Jamás podrás, ella vuelve y consume el mundo de todos y cada uno de nosotros.

Es fácil decirlo, y difícil ejecutarlo. ¿No? Somos quijoteros, deseosos de satisfacernos. ¿Qué pasa cuando el corazón recibe toda esa dosis de ilusión y la razón te susurra verdades que por más que quieras ensordecer, siguen latentes? Pasa que, viene la guerra del no saber qué hacer. Realmente no existe un manual con instrucciones que te diga que debes elegir, tienes libertad, ojos e inteligencia para ver lo que te hace bien y lo que no. Lo que quieres y lo que no. Lo que mereces y lo que no.

Corazón y razón, por muy antagónicas que sean, tienen un punto en común: felicidad y estabilidad. Aquello que te brinde estas dos cosas, será suficiente. Considero, que a veces se debe renunciar a ciertas cosas, renunciar sabiendo que recibirás algo aún mejor. Si no, no renuncies...

[Mi razón vale más que cualquier cosa, lo que veo, lo que oigo, lo que pienso, me hace sentir, sentir con la certeza de que es real, pero la realidad también duele]

El corazón proporciona amor... y dicha cosa: NO BASTA

Oroyelix Lozada