Por Oroyelix Lozada | @oroyelix
Para algunos sus planes de estudiar en otras tierras se cancelaron
-por la egoísta razón de que el gobierno no lo considera prioritario- y abrió el
chorro de lágrimas de arrechera. Nos preguntamos entonces cuál es la verdadera
prioridad porque la seguridad, la alimentación, la economía no lo es; las
firmas ¡SÍ! ¡El show sí! ¿Cuántos jóvenes son azotados por el hampa común a
diario? Una de razones que motiva un plan emigratorio es la inseguridad;
porque te roban un celular, un carro, tu dinero o peor aun te tirotean porque
sí, porque aunque no te hayas resistido llevas plomo y punto.
Venezuela es un país joven, su gente madruga, trabaja y
estudia simultáneamente porque cree en los esfuerzos pese a todas las calamidades. Hay esperanza. Se
escucha el “Dios aprieta, pero no ahorca”. En contraparte, esos episodios en
los que te arrebatan lo que con tanto trabajo nos cuesta, la intranquilidad de estar
en la calle es un goteo constante de desesperanza. Las prioridades de la juventud hoy son otras;
la lucha por la libertad, estudiantes viven tras rejas y en condiciones
deplorables; fuera de la cárcel viven temerosos de ejercer su derecho del libre
pensamiento por miedo a represalias; encuentros sociales y fiestas cada vez se frecuentan menos por
miedo y enfrentarse a la posibilidad de no vivir para contarlo.
Padres y madres lamentan lo que a sus hijos les ha tocado
vivir. ¿Cuántos de nuestros papás de nuestra edad con su primer empleo ya
podían dar la inicial para un auto, con un poco más de esfuerzo adquirir una
vivienda y de poco a poco llegaron a prosperar? Eso sí, con mucho esfuerzo. Con
trabajo digno, sin regalías, ni limosnas populistas. Y ahora, se detienen a
vernos, por un lado, ellos estancados y nosotros imposibilitados, enjaulados, en el otro.
Después del viernes negro, los planes se habrán caído momentáneamente
para algunos; sin embargo, los jóvenes con visión de futuro, con aspiraciones y
objetivos buscarán con ahínco la manera de emprender y comenzar de nuevo en otros horizontes. Así
quiere quedarse el gobierno, con las focas que aplauden el mal que a ellos no
los aqueja “porque no usan dólares”.
Al frente de JPSUV les pregunto: ¿Qué le exigirán
al gobierno con los más de 2.8 mil millones de dólares por recorte de asignaciónde divisas? ¿Qué hará el gobierno enfrentará la mal llamada guerra
económica? ¿Qué aspiran como jóvenes? ¿Comida? ¿Becas? ¿Qué tal si le asignan
los recursos a las universidades públicas? ¿Es que acaso carecen de aspiraciones de
calidad de vida y solo sienten la alegría por la masificación de la miseria que
afecta a tu enemigo político?
Me tomo el
atrevimiento de cuestionar la creación del hombre nuevo, esa de la que tanto
hacía mención Hugo Chávez y que en este escenario se ha convertido en lo que Eduardo Sanabria
plasmó en una de sus irreverentes caricaturas:
El presidente Maduro y su equipo ha empobrecido más a cada
uno de nosotros. Estamos acorralados ante un régimen que incapaz de solucionar
el desabastecimiento, la inseguridad y la inflación (únicamente nombro los que
nos afectan a todos sin distinción política porque mencionar lo demás, como
estudiantes y presos políticos, es armar el cuadrilátero).
Recién graduados, profesionales, estudiantes, gente joven somos
prisioneros en nuestra propia patria malograda. Sedientos de progreso y
oportunidades. Sedientos de que nos respete el derecho a la vida.
Mientras unos
puedan, aun con la limosna cadivera,
seguirá la “fuga de talento”.
A aquellos que se fueron y a los que se van, espero que nos
reencontremos para la construcción de la Venezuela que queremos.
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